La Huasteca, es una región geográfica ubicada en la porción noreste de México comprendida en seis estados: Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí, Tamaulipas, Querétaro y Puebla; donde las manifestaciones culturales se dan en su máxima expresión. Su música tradicional es el Son Huasteco o Huapango interpretado principalmente por los tríos y por las bandas de viento regionales (estas ultimas principalmente en el estado de Hidalgo).
Hay quienes consideran que hay tres huastecas (la hidalguense, potosina y veracuzana), otros dicen que son seis (además de las anteriores, consideran a porciones del estado de Tamaulipas, Querétaro y Puebla). Incluso se ha llegado a decir que ya existe la “huasteca chilanga” y no es para menos, la enorme cantidad de músicos que se hallan concentrados en la ciudad de México y área metropolitana, ha provocado, sin duda, una difusión masiva de este género musical. Sin embargo, como región la huasteca es una, que políticamente ha sido divida, pero que en esencia son lo “mismo”, por supuesto, con pequeñas diferencias que han llegado a provocar entre los estudiosos esa diferenciación. Por ejemplo, se habla de estilos en la música y baile del son, así como se dice de la huasteca potosina, se dice del estilo de baile hidalguense y así para cada estado que comparte su territorio con esta región, como si los limites estatales determinaran tajantemente esas diferencias y estilos.
En las fiestas patronales de los pueblos de la región huasteca, en bodas, bautizos, cumpleaños, etc. no puede faltar un trío de huapangueros, de repente se deja escuchar el sonar del violín, jarana y huapanguera y las parejas se arriman a la tarima (cuando hay) para comenzar a zapatear cadenciosamente al ritmo del más tradicional de los huapangos, El Querreque, otro son tradicional es el llamado “rey de los sones” el fandanguito, con el que “se alegran los corazones y dan ganas de bailar”, el gusto, el alegre, el llorar, el agua nieve, la huazanga, el caimán, el zacamandú, la rosa, la malagueña, el triunfo, el caballito, el cielito lindo, la leva, la petenera, la pasión, este ultimo tan descriptivo de el sentimiento que provoca escuchar y bailar esta música y, sones como el xochipizahuatl, los matlachines y el canario que son interpretados en la boda indígena huasteca.
Hay quienes consideran que hay tres huastecas (la hidalguense, potosina y veracuzana), otros dicen que son seis (además de las anteriores, consideran a porciones del estado de Tamaulipas, Querétaro y Puebla). Incluso se ha llegado a decir que ya existe la “huasteca chilanga” y no es para menos, la enorme cantidad de músicos que se hallan concentrados en la ciudad de México y área metropolitana, ha provocado, sin duda, una difusión masiva de este género musical. Sin embargo, como región la huasteca es una, que políticamente ha sido divida, pero que en esencia son lo “mismo”, por supuesto, con pequeñas diferencias que han llegado a provocar entre los estudiosos esa diferenciación. Por ejemplo, se habla de estilos en la música y baile del son, así como se dice de la huasteca potosina, se dice del estilo de baile hidalguense y así para cada estado que comparte su territorio con esta región, como si los limites estatales determinaran tajantemente esas diferencias y estilos.
En las fiestas patronales de los pueblos de la región huasteca, en bodas, bautizos, cumpleaños, etc. no puede faltar un trío de huapangueros, de repente se deja escuchar el sonar del violín, jarana y huapanguera y las parejas se arriman a la tarima (cuando hay) para comenzar a zapatear cadenciosamente al ritmo del más tradicional de los huapangos, El Querreque, otro son tradicional es el llamado “rey de los sones” el fandanguito, con el que “se alegran los corazones y dan ganas de bailar”, el gusto, el alegre, el llorar, el agua nieve, la huazanga, el caimán, el zacamandú, la rosa, la malagueña, el triunfo, el caballito, el cielito lindo, la leva, la petenera, la pasión, este ultimo tan descriptivo de el sentimiento que provoca escuchar y bailar esta música y, sones como el xochipizahuatl, los matlachines y el canario que son interpretados en la boda indígena huasteca.
En el son huasteco el falsete corto y definido, la ornamentación del violín, el pespunteo de la huapanguera y la improvisación en los versos (trova) son la escencia de este género musical, alegre y cadencioso.
La jarana huasteca es representativa de la instrumentación del son huasteco, tiene el papel de hacer una sonoridad aguda que contrasta con los graves de la huapanguera. Junto con la huapanguera, la jarana es intrumentación exclusiva del son huasteco.
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